30 mayo 2007

Garajonay


Cuenta la leyenda que....

En la Gomera todo estaba dispuesto para celebrar las fiestas del Beñesmén. Era costumbre por aquel entonces que las doncellas gomeras se acercaran a los Chorros del Epina, siete fuentes con siete caños uno al lado del otro que ofrecían augurio sobre la posibilidad de encontrar pareja. Las doncellas juntaban el agua de los chorros y se miraban en ella al despuntar el día. Si la imagen era clara, encontrarían pareja, si era turbia, tendrían alguna desgracia.Gara, princesa de Agulo, acudió con las demás doncellas a la fuente y cumplió con el rito, y vió su imagen clara reflejada en el agua, pero al quedarse demasiado tiempo contemplándose, el sol acabó por reflejarse en el agua y la cegó. Preguntado el augur Gerián por el significado del hecho, éste respondió a la princesa que huyera del fuego, o se vería consumida por él.Como cada año, los nobles tinerfeños eran invitados a participar en las fiestas. En esta ocasión acompañaba al Mencey de Adeje su hijo Jonay, que al participar en las competiciones atrajo la atención de Gara. Pronto se llamaron mutuamente la atención y cayeron enamorados, siendo anunciado su compromiso. Tan pronto como esto se hizo público, el Teide comenzó a echar humo y lava, perfectamente visible desde La Gomera. El padre de Gara contó el augurio al padre de Jonay, y rápidamente se deshizo el enlace. La delegación tinerfeña regresó y el Teide cesó de bramar.Pero los enamorados no estaban dispuestos a respetar los designios de los dioses. Jonay, una noche tranquila con luna, se echó al agua y cruzó nadando el estrecho que separaba su isla de la de su amada. Se volvieron a encontrar y se escaparon al centro de la Gomera, la zona más alta, desde donde pudieron contemplar al Teide desaprobando su unión. Enterados de la fuga los padres de ella, ordenaron su persecución, y los amantes fueron acorralados en la cima de un monte. Para no ser vueltos a separar y como se suele hacer en estos casos, los amantes se quitaron la vida, atravesándose el pecho con una vara de cedro en un abrazo mortal.Gara, princesa del agua, y Jonay, príncipe del fuego, dan hoy nombre a la cumbre más alta de la Gomera y al Parque Nacional del Garajonay.













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