Cierto día se presentó un samurai en busca de la enseñanza del maestro Zen Hakuin.
- ¿Existen en verdad el cielo y el paraíso?, preguntó el samurai.
- ¿Quién eres tú?
- Soy un samurai.
- ¡Tú, un guerrero! Pero mírate bien. ¿Qué señor va a querer tenerte a su servicio? Pareces un mendigo.
Tal fue la furia del samurai que comenzó a desenvainar su sable. Entonces Hakuin dijo:
- ¡Pero si tienes incluso un sable! Pero seguro que eres demasiado torpe para cortarme la cabeza.
Entonces el samurai levantó el sable dispuesto a cortar la cabeza del maestro. Hakuin dijo:
- Aquí se abren las puertas del infierno.
Sorprendido por la respuesta del monje, el samurai envainó el sable, y se inclinó ante él.
- Aquí se abren las puertas del paraíso.
Cuento japonés
- ¿Existen en verdad el cielo y el paraíso?, preguntó el samurai.
- ¿Quién eres tú?
- Soy un samurai.
- ¡Tú, un guerrero! Pero mírate bien. ¿Qué señor va a querer tenerte a su servicio? Pareces un mendigo.
Tal fue la furia del samurai que comenzó a desenvainar su sable. Entonces Hakuin dijo:
- ¡Pero si tienes incluso un sable! Pero seguro que eres demasiado torpe para cortarme la cabeza.
Entonces el samurai levantó el sable dispuesto a cortar la cabeza del maestro. Hakuin dijo:
- Aquí se abren las puertas del infierno.
Sorprendido por la respuesta del monje, el samurai envainó el sable, y se inclinó ante él.
- Aquí se abren las puertas del paraíso.
Cuento japonés
8 comentarios:
A mi es que los samurais transplantados a occidente, no sé... los veo como a Justiniano.
Besos.
Bueno, a mí Justiniano me encanta, así que me lo tomaré como un piropo!
Juas.
Besos para ti también
La verdad es que, para nuestra mentalidad, un poco raritos son.
Claro que ellos pensarán lo mismo de nosotros.
Yo lo entiendo como un canto de paz...pero no deja de ser una amenaza.
Me parece la versión oriental de "poner la otra mejilla".
Un beso, Pandora
Decidirse por un camino u otro puede marcar, a veces, una diferencia muy importante.
De todas maneras, me pregunto si un guerrero puede realmente vivir en el paraíso si su elección ha sido ser precisamente guerrero. Seguro que tiene que pasar por muchos infiernos.
A mí me encanta la cultura oriental. Pero raritos son un rato la verdad. Esto de las catanas, y la sabiduría ancestral, y los haikus, ...tiene su encantillo.
Yo lo entiendo un poco como Anónima, aunque con un matiz de sumisión, quizás de orgullo disfrazado de humildad. Es que hoy estoy algo espesita... ainssss
Respecto a lo que dice Duschgel de si un guerrero puede vivir en el paraíso, yo creo que sí, porque seguro que tiene un concepto de paraíso distinto al nuestro. Estas cosas son siempre subjetivas.
De todas formas me gustan más los cuentos chinos, jejejeje
Besos Bruja!!
Buen aprendizaje del samurai, aunque quizá se le olvide de vez en cuando...
Besicos
Sí, Paseante, algo raros sí que pueden ser y nosotros también, pero a mí me gusta quedarme con lo bueno que hay en cada persona, lugar, acontecimiento o cuento.
Anónima, yo también lo veo como un canto a la paz. Creo que viene a decir que la paz tiene ventajas y la guerra no.
Yo tenía un amigo que decía de una forma muy graciosa (es mexicano) que cada uno tiene su infiernito particular. Y creo que es verdad.
Esencial, brujita, espero que a estas horas se te haya pasado ya la "espesura", jajaja.
De todo modos, pienso que, la misma historia, leída en un momento o en otro de nuestra vida puede tener un significado sustancialmente diferente.
Y no vayas a contarnos ahora un cuento chino!jajaja.
Besos para ti también.
Sí Belén, a todos se nos olvidan a veces las buenas enseñanzas...Supongo que es humano.
Besos guapa.
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